Varias tareas me apartan un poco de mantener actualizado el blog; pero para no perder la costumbre he decidido compartir algún que otro trabajos mio que tienen poca visibilidad en internet. Este trabajo que subo ahora fue publicado en la revista Arquitectura y Urbanismo, Vol. XXVI, No. 1/2006. La Habana La Habana La Habana / Instituto de Historia de Cuba / Editora Historia y Carisub, 2005. 
El artículo resume la investigación que con el mismo nombre de esta entrada realicé como Tesis de Grado en Arquitectura en el 2003, bajo la tutoría de las doctoras Eliana Cárdenas Sánchez y María Victoria Zardoya Loureda, profesoras de la  Disciplina la  Arquitectura la  CUJAE. El  tema había sido solicitado por el Grupo de Trabajo Estatal de la Bahía  de La Habana  respondiendo a una línea de trabajo que se desarrollaba en el Centro de Estudios Urbanos de la Fac.  de Arquitectura la Dra.  Ángela Rojas, en la que ya se habían desarrollados varios trabajos de grado enfocados en realizar proyectos urbanos y arquitectónicos.
Con posterioridad a la publicación del trabajo he ido conociendo algunas otras cosas, en especial por el contacto con varios especialistas en la historia urbana de La Habana. No  las añado aquí por mantener el texto original. Espero igual que sea de interés y sirva para divulgar un poco la historia de mi ciudad. Ahí les va
...y, ¿cómo  imaginar  La  Habana  sin  bahía?
EVOLUCIÓN  E  IMAGEN  DEL  PERÍMETRO  DE  LA BAHÍA DE LA  HABANA 
Desde la fundación de la villa espacios público-recreativos jugaron un rol importantísimo en la conformación de la imagen del perímetro de la bahía: la organización de la protociudad alrededor de las primeras plazas (luego conocidas  como  de Armas  y  San  Francisco)  así  lo demuestra. La evolución del perímetro de la bahía estuvo caracterizada por un proceso de sucesiva ocupación y transformación del borde del litoral donde, el trazado de la retícula urbana, se supeditaba a los accidentes del terreno y los intereses de dueños de tierras ya asentados. Fe de ello da el historiador José María de la Torre La Habana 
Esta población se está construyendo con mucha irregularidad. La calle Real, la de las redes, la del Sumidero y la del Basurero es en donde se fabrican las habitaciones en línea, las demás están planteadas al capricho del propietario, cercadas o defendidas, su frentes, fondos y costados, con una muralla doble de tunas bravas...4
Los ataques de corsarios y piratas, y las posteriores intenciones de dominación sobre Cuba que tendrían Francia, Inglaterra y Holanda, condicionaron el desarrollo urbano, pues hicieron necesario un primitivo sistema defensivo que ocupaba desde la desembocadura del río La  Chorrera 
Por otra parte, para abastecer y prestar servicios a los barcos que arribaban al puerto, desde muy temprano comienza a crearse un sistema de conexión entre la ciudad-puerto y su hinterland que se evidencia en los varios caminos que se mencionan en distintas actas capitulares de 1550 a  1557. 6
Una vez establecidas las flotas (1561) la ciudad comienza un vertiginoso desarrollo y la zona inmediata a la bahía se destaca como la más importante, alrededor de ela aparecen los principales espacios y edificios públicos. Mientras, al este de la bahía surgían dos asentamientos significativos: la villa de la Asunción 
¿Qué imagen tenían La Habana La Punta 
No obstante, la carente información, si se tiene en cuenta que para 1550 solo existían en la villa como construcciones de cal y canto y techos de tejas, las casas de Juan de Rojas y Nicolás Castaño;8 y se considera el carácter de trampolín que tenía La  Habana 
Sin dudas, el carácter de la villa durante la primera mitad del siglo XVI no era otro que el de un poblado aun sin valorizar, que sobrevivía para apoyar los planes expansivos del imperio español, y en el cual la imagen respondía a una manera espontánea de organización del asentamiento, por lo que la arquitectura no ha sobrepasado los esquemas existentes de las construcciones aborígenes. Podría decirse que la villa aún se encontraba en una etapa fundacional.
DE LA  INSTAURACIÓN DE LA  TOMA DE LA  HABANA POR 
Si en la primera mitad del siglo XVI, el desarrollo de la villa resultó espontáneo, a partir de la segunda estará ligado a las transformaciones en la política mercantil colonial. El auge del comercio, las Flotas de Indias, y la consecuente concentración de los recursos que estas transportaban hacen mayor la necesidad de protección. La bahía comienza a proyectar una imagen de seguridad (de hecho, en 1585 el famoso corsario Francis Drake, al frente de una poderosa flota integrada por unos 35 grandes navíos, 20 embarcaciones menores y alrededor de 7 000 hombres, desistió de atacarla)9 y de prosperidad económica. Esta sentencia puede afirmarse si se analiza que surgen dos importantes instituciones de la  Iglesia la  Real Aduana. la  Punta 
Para este momento, los rústicos atracaderos de madera que formaban la infraestructura inicial del puerto habrían de evolucionar. La afirmación de que en los primeros dos siglos la entrada y salida de mercancías se hacía a través de cortos trechos de ribera, mal terraplenados, y con algunas añadiduras de tablones sobre horcones,10  podría ser válida pues cercano a tierra, en las zonas donde estos se ubicaron los mueles principales, las profundidades de la bahía eran de 16 a  18 brazas,11 de manera que el atraque de los barcos podía ser a lo largo de la ribera. No obstante, un famoso croquis del piloto portugués Cargapatache,12 realizado a finales del siglo XVI, destaca un espigón perpendicular a la costa en la explanada de La Fuerza 
Plano manuscrito acerca de la entrada de la bahía. 1615
Croquis del piloto portugués Cargapatache, finales del siglo XVI.
Entre el siglo XVII y la primera mitad del XVIII, la ciudad crece vertiginosamente, pero el perímetro del puerto continúa siendo la zona de mayor importancia, en él surgen importantes edificios públicos como el Hospital e Iglesia de San Francisco de Paula (se comienza a construir en 1668). Seguramente, desde esta época, la línea costera al sur de la ciudad era empleada como sitio de construcción de navíos y en actividades pesqueras, pues en el plano de Juan de Siscara (1691) aparece esta zona de la marina como una extensa explanada. Además, se conoce de la existencia
del muele de Luz desde el siglo XVIII, adonde arribaban pequeñas embarcaciones de remo y vela conduciendo pasajeros y productos de la otra ribera. La fisonomía de la ciudad comienza a consolidarse con la construcción de viviendas: a orillas de la bahía se asientan familias adineradas, muestra de ello lo constituyen la casa de Juana Carbajal (1725), la del Conde de Casa Barreto (1732), y la de Martín Aróstegui (1759). Mientras, en la ribera opuesta surge el Santuario de Nuestra Señora de Regla (1690) que daría origen al conocido pueblo
A mediados del siglo XVIII, el perímetro de la bahía manifiesta una clara zonificación de funciones: el área en torno al castillo de La  Fuerza La  Machina 32 ft  (pies) de altura. Esta zonificación conllevó a una vida muy activa ya agitada, sobre todo por la relación existente entre la ciudad y los asentamientos de Regla y Marimelena, y el constante correr de las personas desde una orilla hacia la otra. Lo público-recreativo (las cales, las caóticas plazas y el borde de mar) se estrechaba en una sola dimensión con lo productivo (astilleros y mueles de cabotaje) y lo doméstico  (viviendas de mayor o menor nivel, y palacios).
PERÍODO DE ORO (1762-1898): DEL LIBRE COMERCIO A LA  CAÍDA IMPERIAL 
Uno de los hechos que en lo económico marcó al siglo XVIII fue la desaparición de las Flotas de Indias, las cuales mostraban desde fines del XVI síntomas de ineficacia, debido al carácter restrictivo del sistema comercial hispano-americano, en correspondencia con la decadente situación de España y la creciente participación de extranjeros, en particular, americanos, en el desarrollo económico de las colonias.15  Esta situación creaba un estado de insatisfacción en la clase criolla adinerada, que exigían libertades para comerciar con otras naciones cercanas. Tras la toma de La Habana 
Recuperada la plaza de La Habana la  Cabaña 
Proyecto de Silvestre de Abarca (1763).
La Alameda de Paula (La Isla pintoresca de Cuba).
En relación con lo portuario, si la creación del Arsenal había dado los primeros pasos en el desarrollo de la infraestructura portuaria, un claro interés por continuar se demuestra con el perfeccionamiento de los muelles existentes y la creación de otros. Entre 1765 y 1775 se mejoran el Muele Principal o de Caballería y los de Tallapiedra, y se construyen el de Carpineti y
Es aquí cuando aparece la tipología de muelles de cantería y comienza a desarrollarse la de muelles sobre pilotes de madera, todo en resonancia con el nivel de explotación que el hinterland habanero va alcanzando. De 1790 a  1850 los mueles públicos se amplían por el litoral, desde el Castillo de La Fuerza 1,453 m  con un ancho variable de 12 a  21,construidos de pilotaje y maderas cubanas, salvo en sus últimos 144 m , construidos de cantería.18 Mientras, hacia la parte septentrional de la ciudad las familias adineradas continúan construyendo enormes palacios, relevantes ejemplos de arquitectura colonial, como las conocidas casas de Mateo Pedroso (1780), del Conde de la Mortera 
Por otra parte importantes construcciones relacionadas con lo público-recreativo incorporan a la ciudad el panorama de la bahía. Se destaca construcción de la Alameda la  Torre. La La  Habana. la Alameda la Cortina 
A través del análisis de planos de la época se puede concluir que, hacia 1894, en la bahía de La Habana la  Punta La Punta La Fuerza La Fuerza la  Aduana. En La Habana. 
A continuación se encontraban los Almacenes de San José seguidos del Arsenal y la Fábrica 
En 1899 el perímetro de la bahía mostraba una pintoresca pero caótica organización, sobre todo en la zona del puerto tradicional. Pintoresca, porque la línea quebrada de la muralla de mar y la agudeza de sus baluartes, los techos de tejas de antiguas casonas que alternaban con las cubiertas planas de viga y tablazón, la unidad en el diseño de fachadas lograda con grandes ventanales verticales, y la variedad en alturas de las edificaciones, brindaban interesantes perspectivas al viajero que poco a poco se adentraba en la bahía, parado a la altura de la proa de su barco.
Caótica, porque el peatón no veía fácilmente el mar desde la calle pues el espacio se había tugurizado con la presencia de tinglados corridos a todo lo largo de la orilla de los mueles, y las dependencias de la  Aduana la  Marina. Desde La  Fuerza La  Punta la  Comandancia General la  Maestranza La Punta la  Maestranza La  Fuerza 
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1.       Se entenderá como bahía  al accidente geográfico constituido por la entrada del mar en la costa en forma de trébol que sirve de abrigo a las embarcaciones (Incluye tres ensenadas (Marimelena, Guasabacoa y Atarés).
2.       Esta curiosa observación .empíricamente formulada., fue planteada por la profesora arquitecta Gina Rey en conversaciones con el autor.
3.       Se considera como perímetro de la bahía al espacio limitado perceptualmente, por el conjunto de elementos con valores históricos, culturales o paisajísticos, que han conformado el  skyline y la imagen de la ciudad hacia la bahía. Estos elementos pueden ser obras arquitectónicas, industriales o ingenieras, espacios urbanos, accidentes topográficos, y otros, y que han ocupado lugar importante en la memoria urbana de la población.
4.       José Joaquín García: .Protocolo de antigüedades.. 1846, citado por José María de la Torre  en  Lo que fuimos y lo que somos, o La Habana  antigua y moderna, La Habana , 1849.
5.       Tamara Blanes:  .La Defensa  de La Habana , del siglo XVI a la primera mitad del XIX., en A. Guimerá  y F. Monge (Coords.): La Habana , puerto colonial (siglos XVII- XIX), Fundación portuaria, Madrid, 2000.
6.       Estos caminos eran: Camino de la vila a la caleta de Guillén (costeando la playa), Camino de la vila a El humiladero (la ermita), Camino de la Fortaleza  a la Punta  (existía un monte), Camino de Quisiguaba,Camino de la vila a Matanzas, y el Camino de la vila a Guanajay y Batabanó
7.       Zoila Lapique: La Habana  y su puerto: su imagen en el tiempo, en A. Guimerá  y F. Monge (Coords.): Ob. Cit.
8.       Juan de las Cuevas  Toraya:  500 años de construcción en Cuba. Ed. D.V. Chavín, Madrid, 1998.
9.       Francisco Pérez Guzmán: La Habana  clave de un imperio,  Ed. Ciencias Sociales, La Habana , 1997.
10.   Cuevas Toraya. Ob. cit., p.16.
11.   Reflejado en plano manuscrito de 1615.
12.   Vale considerar que Cargapatache era un piloto de cuarenta años de experiencia lo cual da crédito a su dibujo.
13.   Manuel Pérez Beato: Habana Antigua. Tomo1. Imprenta Seonae y Fernández, La Habana , 1936, pp. 245 y 255.
14.   Es cierto  que las cifras de los cargamentos de las flotas durante  el siglo XVI son mayores que las del XVI, y que el aumento en el número de buques significa que  hubo  una mejoría en la capacidad de carga de los barcos, pero  no es menos cierto  que los viajes de las flotas a mediados del XVI fueron cada vez menos frecuentes, y  que en ocasiones, volvían a España quejándose de la saturación  de los mercados coloniales a consecuencia  del  contrabando. Julio Le Reverend: Historia económica de Cuba, Editorial Pueblo y Educación, La Habana , 1974.
15.    Mario González Sedeño: Sobre los planos, esquemas y planes directores de la Ciudad  de La Habana , GDIC, La Habana , 1995.
16.   Tamara Blanes: .Fortificaciones habaneras. La Defensa  de La Habana , del siglo XVI a la primera mitad del XIX., en Guimerá A. y F. Monge (Coords.): Ob. cit.
17.   Carlos Venegas: La Habana , Puerto Colonial. Reflexiones sobre su historia urbana., en A. Guimerá  y F. Monge (Coords.): Ob. cit.
18.   Con el tiempo este conjunto experimentó sucesivas transformaciones.
19.   José María Bens Arrate: Los avances urbanísticos de La Habana., Arquitectura , La Habana. 
20.   Mario González Sedeño. Ob cit.
 7:58
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 Yasser Farrés Delgado
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