(Esta foto es muy bueno. Está en mucho sitios por Internet pero no encontré la fuente original)
“Todo fin de período concita al balance y a la
introspección”. Con esta frase iniciaba la Dra. Arq. Eliana Cárdenas su
artículo “En el cambio de milenio: polémicas y realidades en la arquitectura
cubana”, publicado en la revista dominicana Archivos
de Arquitectura Antillana, núm. 10, que escribía en el año 2000 a propósito del fin de siglo y del milenio.
En aquel texto Eliana señalaba que “la crisis económica y la pesada deuda externa que
agobia a muchos países, además de los conflictos sociales, políticos, étnicos,
religiosos, ecológicos y de la más diversa índole, harían parecer utópicos los
intentos de proyectarse hacia el futuro”. También indicaba que esas condiciones
deberían impulsar “la búsqueda de soluciones válidas para hoy y para mañana”.
Eliana advertía, más adelante, que se impone llevar
a cabo un análisis crítico “que posibilite encontrar vías con el propósito de
aprovechar al máximo las posibilidades existentes”. Luego de esa introducción, abordaba
los problemas que se habían presentado en la arquitectura la ciudad y el territorio
en Cuba desde 1959.
No es mi intención reflexionar en este post sobre temas urbano-arquitectónicos, sino comentar sobre otro que la
Profesora menciona y que, sin dudas, tiene repercusión más allá del mero
hecho constructivo: la ausencia de una clara
definición de un modelo de vida. En ese sentido la frase que introduce su escrito resulta realmente sugerente un día como hoy.
Hoy termina un año bastante particular para mí.
Durante él incrementé mi conciencia sobre dos cuestiones que me definen:
1) mi condición de arquitecto y 2) mi condición de cubano. Estas dos
características fueron la motivación inicial para abrir este blog, que por
cierto ¡acaba de cumplir 4 años este diciembre! (Ya se que no son 5, que es un
número cerrado que suele festejarse, pero
el 4 es bonito por equilibrado).
Durante este año mi condición de arquitecto se vio
reafirmada al obtener un Doctorado en Urbanismo, investigación que inicié
precisamente de la mano de Eliana, mi mentora. Por otro lado, mi condición de
cubano se reforzó con una situación familiar: el injusto encarcelamiento de mi
hermano en Cuba durante 5 meses por cuestiones políticas.
¿Cual es la relación entre “la ausencia de una
clara definición de un modelo de vida”, mi condición de arquitecto y mi condición
de cubano; y por qué puede ser de interés para quien lea este post? Al respecto
sólo puedo indicar dos cosas:
1) los cambios que han estado ocurriendo durante el
2013 en Cuba se han centrado en aspectos con una fuerte repercusión territorial
que no apuntan a un modelo de vida diferente.
2) los cubanos y cubanas, para bien o para mal, haciendo o sin hacer, estamos
permitiendo que así sea
(incluso también quienes no son cubanos/as pero conocen esa realidad)
“Todo fin de período concita al balance y a la introspección”. En lo adelante reflexionaré sobre qué he estado haciendo y que haré al respecto el próximo
año. Es una invitación.
¡Feliz y próspero 2014! Pero recuerden que la felicidad y la prosperidad no
llegan solas ni a todas las peronas.