
La praxis arquitectónica,
urbana y territorial que tiene lugar en Cuba desde la década de 1990 parece
desplazarse de los ideales que dieron origen al proyecto socio-territorial
revolucionario iniciado en 1959. La caída de la Unión Soviética podría explicar
por qué los nuevos desarrollos territoriales tuvieron que ponerse desde entonces al servicio
de la economía capitalista global; sin embargo,
lo que se planteó como política transitoria y excepcional se reafirma hoy como
tendencia sin que experimenten otras opciones factibles.
Siendo así, comparto un texto en que quiero mostrar la relación entre la actual situación y la falta
de una
teoría arquitectónica apropiada que sea capaz de recuperar la utopía de mejoramiento
humano...