Frágiles vidrios rompen en mi cara.
Impensables anhelos se rehacen ante mí.
He visto mecerse esplendorosa la fruta en sueños
que arrebata, insaciable, la tranquilidad.
Congeniar ideas ya no es fácil.
Sobrecogido Hidalgo.
La cólera batiente de los senos quiebra leños húmedos.
Pregunto a veces donde iría de ser Dios,
-y gritando furias de las ganas- me recuerdo hormiga
Cuando mentiras verdaderas se realizan, la sangre inunda mis sentidos.
Me desmaterializo.
domingo, 7 de febrero de 2010
Vidrios en la cara
17:50
Yasser Farrés Delgado
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