El periódico Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, informó hace varios días que los temas económicos habían centrado la reunión del Consejo de Ministros; y publicó una nota informativa donde se decía que "ha sido acordado por el Consejo de Ministros poner en vigor el cronograma de ejecución de las medidas que conducirán a la unificación monetaria y cambiaria" ( aquí o aquí).
Sin dudas, la enrevesada jerga de la nota ha sido un excelente ejercicio de marketing. Los medios de prensa internacionales han llegado a afirmar el "adiós" al doble sistema monetario cubano (aquí) o el fin del peso convertible (aquí). Parecería que la medida beneficia al pueblo. Sobre esto propongo un análisis integrador que mire más allá de esa medida aislada.
¿Cuál fue la medida concreta anunciada y cuales son sus implicaciones? Hago cita textual y luego explico:
"En lo adelante se continuará extendiendo la posibilidad que hoy existe de aceptar en las tiendas que venden en CUC, pagos en CUP con tarjetas magnéticas denominadas en esta moneda. (...) Experimentalmente en lugares seleccionados se podrán efectuar pagos en efectivo en CUP por el equivalente calculado a la tasa de cambio de CADECA de 25 CUP por 1 CUC."
El Estado, como ya es costumbre, no ha hecho otra cosa que oficializar una práctica que ya existía pero de la cual no sacaba provecho. Es lo mismo que ocurrió con la legalización de las ventas de casas o automóviles, de las cuales ahora pretende sacar alguna tajada por concepto de tasas o impuestos.
En efecto, el pago con "Pesos Convertibles" (CUC) ya funcionaba en casi cualquier establecimiento que prestaba servicios en "Pesos" (CUP); pero ocurría en forma de operaciones "ilegales" que únicamente beneficiaban a la persona responsable de prestar el servicio, mientras la usuaria salía perdiendo y el Estado no sacaba ningún beneficio.
Para entender las consecuencias de la nueva medida consideremos, por una parte, que hasta ahora el cambio de monedas era el siguiente: el Estado vendía 1 Peso Convertible (CUC) por 25 Pesos (CUP) mientras que compraba ese mismo 1 CUC por 24 CUP; es decir, recuperaba 1 CUP en el ciclo de ida y vuelta de 1 CUC. Por otra parte, usemos un ejemplo específico.
Puede ser el caso de una Panadería Estatal que vende panes en "Pesos", a la cual llega un usuario que posee 1 Peso Convertible (1 CUC) y desea comprar una barra de pan que cuesta 5 Pesos (5 CUC). Allí podrían ocurrir dos situaciones:
Situación 1. La persona vendedora del pan dice a la usuaria que en el establecimiento no se reciben Pesos Convertible, por tanto, esta última debe ir a la Casa de Cambio (CADECA) más cercana, dar el 1 CUC y recibir 24 CUP (cambio oficial ), y volver a la panadería para pagar. Como resultado, ocurrirá lo siguiente:
Quien compra se quedará con 19 Pesos en su bolsillo y el pan en su mano mientras nada caerá en el bolsillo del vendedor (los 5 Pesos van a la caja registradora de la Panadería, que es del Estado). En cuanto al Estado, a través de la CADECA pone a circular 24 Pesos y recupera 1 Peso Convertible; y en la panadería recuperará inmediatamente 5 Pesos.
Situación 2. La persona vendedora del pan dice a la usuaria que en el establecimiento no se reciben Pesos Convertibles, pero se ofrece a cambiar de su propio bolsillo ese 1 Peso Convertible por 23 Pesos (cambio en el Mercado Negro). Si el usuario no acepta, entonces debe ir a la CADECA y ocurre lo antes descrito antes; pero si acepta (lo que es muy común, para evitar las colas casi siempre tediosas de CADECA) entonces el resultado será el siguiente:
El usuario volverá a casa con 18 Pesos y el pan en su mano. Mientras -o más tarde- el vendedor irá a CADECA, cambiará el 1 Peso Convertible por 24 Pesos y terminará con 1 Peso adicional en su bolsillo (un ingreso "extra" o "ilegal" adicional a su salario). Para el Estado nada cambia: a través de la CADECA pone a circular 24 Pesos (de los cuales recibe inmediatamente 5 en la panadería) y recupera 1 Peso Convertible. Es decir, respecto a la otra situación, ahora pierde quien tenía el CUC mientras gana (aunque de forma "ilegal") quien no tenía CUC; y la situación del Estado es indiferente.
¿Qué ocurrirá con la nueva medida que permite cambiar directamente 1 Peso Convertible por 25 Pesos mediante la caja registradora en panadería ? Pues, lo siguiente:
El vendedor ya no ganará nada "extra" porque no tiene opción de hacer su "gestión adicional" (digamos, pierde el trabajador que NO tenía CUC). Por su parte, el comprador se irá a su casa ahora con 20 Pesos en vez de 19 (digamos, gana quien Sí tenía CUC). En cuanto al Estado, recupera 1 Peso Convertible, pone a circular 25 Pesos (en vez de 24) y recupera inmediatamente 5 Pesos; es decir, que aparentemente pierde 1 Peso.
¿Por qué digo "aparentemente pierde 1 peso"? Pues... ¿alguien ha pensado que ahora los trabajadores de CADECA son innecesarios? ¿Acaso el Estado no terminará "ahorrando" los salarios de esos trabajadores cuando queden "cesantes"? Recordemos que el despido masivo es algo que ya tiene su base legal a partir de los Lineamientos.
En Cuba, la inmensa mayoría de la población recibe salarios en Pesos (CUC), y no en Pesos Convertibles (CUC). Sólo una minoría de la población recibe pesos convertibles, bien porque trabaja directamente en el turismo y otros sectores específicos o porque recibe remesas (dolares, euros y otros que se cambian directamente en los bancos).
Me parece claro: en principios, la medida tomada por el gobierno apunta a debilitar el Peso (CUP) mientras fortalece al Peso Convertible (CUC). Con la medida se debilita aun más el poder adquisitivo de la mayoría de la población que cobra en CUP (los salarios, pensiones, etcétera) y hasta se generará más desempleo.
¿Quien es el único beneficiado? ¿Para quien es un problema la dualidad monetaria? ¿Para los ciudadanos de a pie, que en sus cuentas diarias 1 "fula" (CUC) no es otra cosas que un billete más, como lo puede ser un billete de 50 "pesos cubanos", sólo que equivalente a 23, 24 o 25 billetes de 1 Peso (según cómo lo cambie)?
La doble moneda es un engorroso problema de doble contabilidad para las instituciones estatales. En el barrio chino de La Habana, por ejemplo, hace años que los restaurantes particulares admiten ambas monedas. Lo mismo cualquier trabajador por cuenta propia por toda la isla.
Desde mi punto de vista, la discusión de la doble moneda me parece una cuestión trivial: ¡el problema de la ciudadanía cubana no es el acceso al CUC! ¡es el acceso al dinero en general! Para el mortal común, esta medida escasamente reduce la molestia de caminar hasta la CADECA más cercana.
En Cuba como en el resto del mundo, unas personas son cada vez más ricas mientras otras son cada vez más pobres. Esa es la cuestión. Y no creo que ninguna de las medidas tomadas en los últimos años apunten a solucionar este problema.
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